La
Familia Vurdalak
(La Famille du Vourdalak)
Adaptación del relato de
Alexei Tolstoi
Granja Gorcha. Noche.
El
pequeño Mihai corretea despreocupado y feliz por la nieve, acompañado de su
hermano menor Eugène y su perro.
El
resto de su familia permanece en el porche realizando tareas cotidianas: el
abuelo Gorcha duerme en su mecedora, su madre Svenka teje una bufanda, y el tío
Pierre ayuda a su padre George a arreglar unas tablas rotas del suelo.
Mihai
deja de prestar atención a su juego, algo llama su atención.
MIHAI
¡Padre!
¡Padre!
George
mira donde señala el niño. Una docena de hombres que portan antorchas y armas
se dirigen hacia ellos. El tío Pierre los mira asustado y George le dice con
voz firme.
GEORGE
Hermano,
tráeme el arcabuz.
Pierre
obedece, corre al interior de la casa. Svenka, asustada, se abraza a su marido
George, y el pequeño Mihai y su hermano se refugian tras las piernas de su
madre. El grupo se sitúa frente a la casa y uno de los ancianos que lidera el
grupo grita:
ANCIANO
¡Gorcha! ¡Gorcha! ¡Ha llegado el día, Gorcha!
Todos
los miembros de la familia desvían sus miradas hacia al abuelo. Éste se levanta
de la mecedora y camina con paso lento y firme hacia el tumulto.
GEORGE
¿P-padre…?
Gorcha
ni siquiera se molesta en responder, continúa su camino hasta situarse frente a
los visitantes. El resto de la familia no logra oír la conversación.
Al
regresar, Gorcha habla a solas con George y Pierre, sus dos hijos.
GORCHA
Hijos, me voy a las montañas. Vamos a matar Alibek, el bandido.
GEORGE
¿Cómo? Padre, usted ya no tiene edad para esas cosas.
GORCHA
¡Tengo edad para eso y para volverte la cara del revés,
desgraciado!
Gorcha
relaja su gesto amenazante y continúa hablando.
GORCHA
Escúchenme,
volveré antes de diez días. Espérenme solo diez días. Si no regreso, hagan una
buena misa de difuntos por su padre. Pero si cumplido ese plazo ven que
aparezco ante esta puerta… quiero que usen esto contra mí.
Gorcha
muestra a sus hijos una afilada estaca. Pierre la mira con pánico.
PIERRE
¡No,
padre! ¡Yo nunca podría…!
Gorcha
le cruza la cara de un bofetón.
GORCHA
¡Tú
harás lo que yo te diga!
El hijo
asiente mientras las lágrimas le caen por el rostro. Gorcha entrega la estaca a
George, quien la toma con respeto mientras el anciano se echa al hombro el
arcabuz que sostenía Pierre.
Mihai
ve como su abuelo se une al grupo y se alejan, hasta que las luces de las
antorchas desaparecen y solo queda oscuridad.
Granja Gorcha. Atardecer.
Cartel:
Nueve días después.
Mihai y
su hermano juegan a cabalgar, usan la estaca de su abuelo a modo de caballo.
Pierre y George miran por los alrededores de la casa. Nerviosos. Expectantes.
Los niños se acercan a ellos y preguntan a su padre.
MIHAI
¿Por
qué miráis al bosque, padre?
GEORGE
Porque me place, hijo, porque me place.
EUGÉNE
¿Está esperando a que regrese el abuelo?
Una
bofetada es la respuesta de Georges a la pregunta inoportuna. El niño se pone a
llorar y Mihai interroga asombrado y temeroso.
MIHAI
Padre, no se enfade, por favor. Solo queremos saber donde está
nuestro abuelo.
Otra
sonora bofetada le cierra la boca. Los dos niños quedan haciendo pucheros. A lo
lejos, suena una campanada.
PIERRE
Ya… ya
son las doce.
El sol
cae por el horizonte mientras suenan las campanadas, desaparecen los últimos
rayos de luz. George y Pierre bajan sus cabezas, quedan hundidos.
EUGÈNE
¡Padre!
¡Padre!
George
vuelve su mirada al exterior de la casa. Una sombría forma humana emerge del
bosque, camina lentamente hacia ellos.
Y su
último paso coincide con la doceava campanada.
Los
niños miran con pánico a su abuelo, su rostro se ha vuelto macilento, y sus
ojos se hunden en una negra expresión cadavérica.
Solo
Pierre se levanta para ir a abrazarle, rebosante de felicidad.
PIERRE
¡Padre!
¡Padre!
Gorcha
le aparta de un empujón.
GORCHA
¡Estúpido,
me haces daño!
Entonces
ven que la pierna del anciano está sangrando.
PIERRE
¡Padre,
está herido!
Granja Gorcha. Noche.
Pierre
venda la pierna de su padre mientras el perro no para de ladrarle y de
enseñarle los dientes. Mihai intenta tranquilizar al animal acariciándolo.
MIHAI
Tranquilo,
tranquilo. Es el abuelo.
Svenka
ultima la cena con la ayuda de George. La mujer le habla con miedo.
SVENKA
Cariño,
mírale… Esa cara no es normal.
GEORGE
¿Y qué cara quieres que tenga? Lleva diez días vagando solo y
herido por el bosque.
Gorcha
mira al perro con furia mientras este continúa gruñendo, incansable.
SVENKA
M-me…
me da miedo, George.
GEORGE
¡Mide tus palabras, mujer! No te consiento que…
El
anciano se levanta con un rugido, coge al animal del rabo.
MIHAI
¡No,
abuelo! ¡No!
El
anciano estrella al perro contra el quicio de la puerta. Le rompe la espalda.
GEORGE
¡Padre!
¿¡Se ha vuelto loco!?
GORCHA
¡No voy a tolerar que nadie me ladre en mi propia casa!
Los
niños lloran junto al cadáver del animal, George mira a su Padre incrédulo, y
Pierre y Svenka le observan estupefactos. El anciano les dedica un gesto de
desprecio.
GORCHA
Tanto drama por un chucho… Me voy a la cama, me habéis quitado
el apetito.
Gorcha
deja sobre la mesa un zurrón que lleva colgado a la cintura.
GORCHA
¡Tú,
niño! ¡Ven aquí!
Mihai
obedece, camina hasta su abuelo con lágrimas en los ojos.
GORCHA
Coge esto y clávalo fuera. Ponlo bien a la vista.
Mihai
abre la talega y mira en su interior. Da un respingo. El contenido del zurrón
rueda por la mesa de la cena. Es una cabeza humana. Todos quedan horrorizados.
GORCHA
Así la gente sabrá que fui yo quien dio muerte al bandido
Alibek. Gracias a mí pueden recorrer los caminos de las montañas a salvo.
Mihai
le grita sin dejar de llorar.
MIHAI
¡Por eso ladraba el perro, abuelo! ¡Al olfatear la carne! ¡No
tenía que matarlo!
Gorcha
da la espalda al niño y se encierra en su cuarto de un portazo. Todos los
miembros de la familia quedan en silencio, asustados. Svenka lanza a su marido
una mirada de reproche.
GEORGE
Ni una palabra, mujer. Ni una palabra.
George observa
la estaca, con recelo.
Se la
guarda en su cinturón.
Dormitorio Mihai y Eugène. Noche.
Mihai
duerme junto a su hermano Eugène. Un ligero ruido le desvela.
Clink, clink… clink, clink…
Abre levemente los ojos. Ve a su
padre sentado frente a la puerta de su cuarto, abrazado a la estaca, haciendo
guardia. Pero se ha quedado dormido.
Clink, clink… clink, clink…
El
ruido procede de la ventana, el niño se gira con temor.
Allí
está Gorcha, con el rostro pegado al vidrio y sus ojos espeluznantes, mirándole
fijamente. Mihai se oculta bajo la sábana, aterrorizado. Pero oye algo más.
Vuelve mirar. Descubre que su hermano pequeño se ha levantado y camina con la
mirada perdida en dirección a Gorcha.
Mihai
intenta avisar a su padre, pero está demasiado asustado para gritar.
MIHAI
P-padre…
Ve como
su hermano quita el cerrojo de la ventana.
MIHAI
Padre…
Padre…
Gorcha
lo atrapa y corre cargado con el niño.
MIHAI
¡PADREEEEEE!
Georges
se levanta de un salto, adormilado. Mihai señala la ventana.
MIHAI
¡El abuelo se ha llevado a Eugène! ¡El abuelo se ha llevado a
Eugène!
Su
padre sale de casa, ciego de furia. Ve al niño en mitad de la nieve, solo. Ha
perdido el conocimiento. George regresa a casa, con el niño en brazos.
GEORGE
¡Pierre!
¡Arriba, levanta!
Su hermano
y su esposa se despiertan con los gritos, la mujer coge a Eugène de brazos de
su marido mientras éste grita a Pierre.
GEORGE
Vístete y coge el arcabuz. Vamos a salir en busca de ese viejo
loco y a matarlo.
PIERRE
¿Qué? ¿Te refieres a padre?
GEORGE
¡Esa cosa ya no es nuestro padre!
PIERRE
George… Padre sigue en su cama. Durmiendo.
La
puerta del cuarto de Gorcha permanece entornada. George la empuja con suavidad.
Queda atónito al comprobar que el anciano está allí, roncando. Pero también ve
que la ventana del cuarto se encuentra abierta. Se abalanza sobre su padre y lo
sujeta de las solapas.
GEORGE
¿¡Creías que me ibas a engañar con un truco tan viejo?!
GORCHA
¿Q-qué
demonios...? ¡Suelta, maldito!
GEORGE
¡Traedme
la estaca! ¡Ahora!
Pierre
se asoma a la ventana, con una lámpara de aceite en la mano.
PIERRE
¡George,
para! ¡Padre no ha sido!
GEORGE
¡Deja
de defenderle, Pierre!
PIERRE
Mira,
en la nieve solo están las pequeñas huellas de Eugène. No hay rastro de ninguna
otra. Además, tú sabes que padre no podría cargar con el niño teniendo la
pierna en ese estado.
George
duda, permanece confuso. Mihai grita desde el marco de la puerta.
MIHAI
¡Yo lo vi, padre, se lo juro! ¡Fue él!
Pierre
se acerca George y le dice al oído.
PIERRE
George,
el niño nos ha oído hablar y ha tenido una pesadilla. Vamos a dormir y mañana
hablamos. Eugène necesita descansar…
Mihai
sale de casa, molesto, es evidente que allí nadie le va a hacer caso. Se acerca
a la cabeza del bandido, la tienen en el
porche, clavada en una lanza. Mihai le separa los labios. Ve sus afilados
colmillos.
...
Dormitorio Mihai y Eugène. Día.
Mihai
observa atentamente a su hermano, la fiebre lo mantiene inconsciente. El niño
suda y se retuerce en la cama, mientras su madre intenta calmarlo con paños
fríos. Mihai queda pensativo, su mirada se llena de rabia.
...
Salón/Comedor. Noche.
Mihai
conserva el odio en su mirada, sus ojos están fijos en su abuelo. El resto de
la familia también se siente incómoda, el ambiente está enrarecido. Permanecen
en silencio.
La
madre termina de servir la mesa, se sienta junto al resto de la familia. Pero
antes de que puedan empezar a comer, Mihai les interrumpe.
MIHAI
Abuelo, ¿podría bendecir la mesa, por favor?
Todos
quedan sorprendidos. Miran a Gorcha, a la espera de una respuesta.
GORCHA
No he necesitado ningún Dios en sesenta años, ¿por qué iba a
empezar a pedirle cosas ahora, mocoso?
MIHAI
Porque quiero pedirle por la recuperación de mi hermano. Si
valora la vida de su nieto no le costará pedir a Dios por él.
El
resto de la familia sigue mirando a Gorcha, expectantes. Éste no sabe qué
responder, cada vez está más furioso.
George
se levanta, encolerizado.
GEORGE
¡Empiece a rezar ahora mismo por la vida de mi hijo, padre!
Gorcha
mira a Pierre, en busca de apoyo, pero éste se limita a agachar la cabeza.
George avanza hacia su padre, con la estaca en la mano.
GEORGE
¡Empiece a rezar por la vida de mi hijo o le juro que…!
Gorcha
le arrebata la estaca con un movimiento rápido. Se la clava en las tripas con
tanta fuerza que la hace astillas.
Todos
dan un respingo mientras gritan aterrorizados, George cae bañado en sangre.
Gorcha se abalanza sobre él, dispuesto a acabar con su vida, pero Pierre lucha
por inmovilizar a su padre. El anciano se lo sacude con asombrosa facilidad, lo
arroja al otro extremo de la sala. Pierre queda en el suelo, helado de puro
pavor, bajo la amenazadora mirada de Gorcha.
Pierre
huye, perseguido por su padre. Tropieza con la cabeza del bandido y rompe la
lanza que la sotenía mientras cae por las escaleras del porche. Gorcha salta,
se abalanza sobre él. Pierre coge un trozo de lanza rota y lo interpone entre
ellos.
Ambos
quedan atravesados por la estaca, cada uno por un lado. Mueren el uno sobre el
otro.
Mihai y
su madre los observan desde la puerta de la entrada. Abrazados, llorando, mientras
tiritan de miedo.
Cementerio. Día.
Mihai y
su madre observan los cadáveres de su familia, rodeados de gente vestida de
luto. Los cuerpos de Gorcha, George y Pierre descansan dentro de sus ataúdes.
El sepulturero coloca las tapas y las cierra con clavos.
...
Salón. Día.
Mihai y
Sdenka regresan a casa, vestidos de luto.
...
Salón. Noche.
Cenan
sentados a la mesa, en un ambiente afligido y silencioso. Sdenka sostiene al
convaleciente Eugène en sus brazos y le da de comer.
...
Dormitorio Mihai y Eugène. Noche.
Mihai
duerme profundamente. Eugène se revuelve en su cama, bañado en sudor. Respira con dificultad, se
agita. Abre los ojos de par en par. Avanza hacia la cama de Mihai, con la
mirada lánguida. Estira la mano en su busca. Y le agita hasta despertarle.
Mihai le mira contrariado. El rostro de Eugène está horrorizado, señala la
ventana.
Mihai
siente un escalofrío, mira donde le señala su hermano.
En las
ventanas están George y Pierre. Con sus ojos sanguinolientos pegados al cristal
y sus garras destrozadas y llenas de tierra por haber cavado para salir de sus
tumbas. El niño se levanta de la cama de un salto, corre a la puerta de la
habitación para huir.
Pero
allí, bajo el marco, se encuentra Gorcha. Cubierto de barro y mugre que
contrasta con sus ojos lechosos y muertos.
Los
niños están rodeados, quedan petrificados. Su abuelo se acerca a ellos.
SVENKA
(Off)
¡GORCHA!
El
grito viene del salón, el anciano se gira. El arcabuz de Svenka vacía toda su
metralla sobre el rostro Gorcha.
El
anciano cae, con la cara convertida en una flema sangrante. Los tres vampiros
lanzan un alarido a través de sus dientes afilados. George y Pierre saltan al
interior atravesando las ventanas mientras los niños y su madre salen corriendo.
Huyen
por la nieve, en dirección al bosque, perseguidos por su padre y su tío, que corren apoyados en sus
cuatro extremidades. Svenka ve que les ganan terreno. Al llegar bajo los
árboles, la mujer grita a Mihai.
SVENKA
¡Coge a tu hermano y corre!
¡¡¡CORRE!!!
El niño
obedece, tira de Eugène, quien forcejea para volver con su madre.
EUGÈNE
¡MADRE!
¡MADREEEEE!
Lo
último que ve el pequeño es como los vampiros rodean a Svenka mientras ella
intenta hacerles frente con una rama como única arma.
Los
niños continúan huyendo, con el rostro lleno de lágrimas. Sin mirar atrás.
Granja Mihai. Noche.
Cartel:
Sesenta años después.
Una
familia realiza tareas anodinas en el porche de su casa mientras el abuelo
duerme en su mecedora. Las luces de unas antorchas llaman la atención de la
familia, les asustan. El líder del grupo que porta las antorchas es un Eugène
envejecito que les grita.
EUGÈNE
ANCIANO
¡Mihai!
¡Mihai!
El
abuelo, desde su mecedora, abre los ojos. Mira fijamente al grupo.
EUGÈNE
ANCIANO
¡Ha
llegado el día, Mihai!
FIN