lunes, 28 de noviembre de 2011

ESCUPIRÉ SOBRE TU TUMBA - Capitulo 2

11 Años Después

La voz de Jose Adulto suena sobre un fondo negro.
(“Hmm… sí, hmm… mi nombre es… me llamo Jose Sanz, ¿sí? Y, bueno… pues trabajo en la tele, como cámara, una tele pequeña… En Localia, el de Madrid Norte. Aunque con lo de la TDT… tengo los días contados. ¡Nos van a dar bien por culo! Je, je…”)
LOCALIA
Jose entra en la sala de realización. Tirita, tiene mal aspecto. Deja caer la cámara, el trípode, el macuto y todo lo que lleva encima en el suelo.
“Nos vemos mañana, Lidia.”
La Realizadora está absorta toqueteando mil botones del panel de realización y del CCU. Le saluda sin apartar la vista de los monitores.
“Jose, mira la pizarra antes de irte, que Javi ha tenido que cambiar turnos.”
Jose mira una pizarra llena de rayones, manchas y pollas dibujadas.
“¡Lidia, venga ya! ¡Que mañana tengo que ir al médico!”
Lidia se encoge de hombros.
“Pues es lo que hay…”
Jose maldice y vuelve a recoger su cámara y todo el equipo.
“Pero el material esta noche se queda en mi casa, ¿eh? Paso de volver aquí a las tantas.”
 “Que sí, que sí…”
Jose la remeda a sus espaldas mientras se marcha.
(“Esta es mi cámara. Si, si, está pegada con celo, ¡y graba fatal! ¡Je, je! Ni siquiera tiene antorcha, esa lucecita que llevan… como un flash ¿Sabes?”)
PISO JOSE.
Jose entra en su piso, apenas tiene fuerzas para cargar con todo el equipo.
(“Vivo en el centro, en un piso compartido, y… ¿Cómo? No, no. Lo comparto con mi novia y su hermano.”)
Hay un post-it en la puerta del dormitorio de Jose:

¡Peque! Mañana tengo que levantarme muy temprano L ¡Por favor, no me despiertes! Te quiero!
 Jessi

Jose lanza un largo suspiro mientras deja el equipo de cámara en el primer sitio que encuentra. Coge una pequeña manta, se quita los zapatos y se hace un ovillo en el sofá.
CONSULTA DEL MÉDICO.
“Y… creo que ya está, ¿no? Bueno, no sé.”
La doctora asiente mientras toma notas. Jose la mira sin saber que hacer ni que decir, se siente fuera de lugar. Su gigantesca y primitiva cámara descansa en la silla de al lado. Jose se mete un caramelo en la boca mientras estornuda. Sorbe con fuerza por la nariz.
“Perdón.”
“¿Fumas?”
“No. Bueno… como 2 o 3 cigarros al mes. Lo que me apetece.”
“Así se empieza.”
“Bueno, llevo así 10 años…”
“Hmmm, Jose, hmmm, ahora quería preguntarte algo importante, ¿de acuerdo? Muy importante.”
Ella queda en silencio, esperando una respuesta. Jose tarda en reaccionar.
“Eh… sí, sí. Claro…”
“Muy bien. Pues… Quería preguntarte si sabes qué es el VIH.”
Jose queda contrariado, responde con recelo.
“Si, claro. Bueno, lo poquito que he visto en la tele…”
“Bueno, pues dime que es lo que has visto por la tele.”
Jose empieza a ponerse nervioso, le lanza una mirada interrogativa a la doctora. Ella se precipita en aclararse.
“Verás, la gente tiene muchos prejuicios, ¿sabes? en realidad los tratamientos han avanzado mucho.”
“P-pero, vamos a ver, que yo me entere… Mire, no lo entiendo, ¿esto a que viene?”
La doctora desvía la mirada un instante. Jose queda pálido, sin habla. Resopla, e inspira con fuerza.
“No lo entiendo… es que no… ¡No lo entiendo! ¡No lo entiendo!”
“Jose, de verdad, no te puedes imaginar lo que han avanzado los tratamientos.”
“Joder, pero ¿me…? O sea… no me voy a morir, ¿verdad? Joder, je, je, claro que no me voy a morir… ¿Verdad?”
La mujer queda en silencio, intenta mantener una actitud profesional, pero no lo consigue. Jose se echa las manos a la cabeza.
“Dios… Dios… Dios…”
“Te juro que ya no es como antes. ¿Has visto a Magic Johnson? ¡Si está en mejor forma que cualquier persona sana que yo conozca! ¡Y lleva años enfermo!”
Jose queda pensativo. Asiente en silencio.
“Muy bien, muy bien. Cuando tu novia y tú habéis mantenido relaciones, ¿siempre habéis usado preservativo?”
Jose vuelve a asentir.
“Aún así debes decirle que se haga las pruebas, por si acaso. Pero ahora tienes que pensar en ti y solo en ti. Podríamos hablar de algunas asociaciones…”
“¡No! ¡No vale! Vamos a ver… ¡Solo he estado con una tía en toda mi vida! ¡Y… y no follamos una puta mierda! ¿¡Cómo cojones he pillado el Sida si no follo?!”
“Hmm… verás… por lo que he leído en tu ficha, naciste por cesárea y necesitaste transfusiones.”
Jose se encoge de hombros, una sonrisa de amarga incomprensión se dibuja en sus labios.
“Bueno, en el ochenta y tres los análisis que se hacían a las donaciones de sangre no eran tan exhaustivos como en la actualidad…”
Jose se echa las manos a la cabeza. Los ojos se le humedecen, empieza a sollozar.
“¿Y… y me toca a mí? ¿Me toca a mí? Mierda… lo siento, pero… j-joder…”
Jose queda en silencio, intenta contener las lágrimas. Algunas le caen por el rostro y se apresura a limpiarlas con la manga.
“Tengo 25 años… ¡tengo 25 años…! ¿Cómo me voy a morir con 25 años?”
La doctora permanece en silencio, con la mirada baja. Jose se hunde poco a poco ante ella.
“Lo siento, es que… es demasiado, ¿sabe…? Lo siento…”



Fin Capítulo 2


No hay comentarios:

Publicar un comentario