lunes, 4 de julio de 2011

MENDIGO

PASEO MARÍTIMO. EXT / NOCHE
Un mendigo de veintipocos años tiene su top manta puesto en un paseo marítimo muy concurrido. Intenta animar a la gente a que compren los palitos fluorescentes que vende con desparpajo y alegría.
MENDIGO
¡Me lo quitan de las manos! ¡Esto es la semana fantástica, señores!
Una niña pequeña observa hipnotizada el brillo de los fluorescentes. El mendigo se le acerca.
MENDIGO
¡Pero que cosita más guapa! Y con buen gusto, si señor.
La madre coge a la niña y la aparta del puesto.
MADRE
María, no molestes.
MENDIGO
No, no pasa nada señora.
Le ofrece uno de los fluorescentes.
MENDIGO
Un regalo para la nena, es gratis, por ser tan simpática y tan bonita.
MADRE
No, gracias, ya tiene muchos juguetes. Gracias.
El mendigo ve como la madre tira de la niña para llevársela cuanto antes.

PASEO MARÍTIMO. EXT / NOCHE
El paseo marítimo está casi vacío. El mendigo come una lata de atún con las manos, pasa los dedos por la lata y se relame las gotitas de aceite que quedan impregnadas. A su espalda está la playa y las dunas de arena.

PLAYA. DUNAS. EXT / NOCHE
El MENDIGO camina a oscuras por las dunas de la playa, cargado con su petate y alejándose del paseo marítimo. Ve a un grupo de jóvenes charlotear alegres junto a una hoguera. Tienen aspecto surfero, pero su ropa es de marca. El mendigo se acerca a ellos, son DOS CHICOS y DOS CHICAS.
MENDIGO
Que pasa, gente.
ATLETA
Que pasa, tío.
El que habla es el chico de aspecto más moderno y atlético, aunque todos se muestran sonrientes y hospitalarios.
MENDIGO
¿Tenéis... algún porrete por ahí, figura? Que tengo los ojos como dos pistachos.
Ellos le ríen la gracia, sobretodo el chico que permanece en silencio, que tiene cara de inocentón.
ATLETA
Estamos pelados, macho.
MENDIGO
No jodas... Que aquí todos somos hermanos y tal. Un par de caladitas ¿eh? hay que pensar en verde.
Ellos vuelven a reír.
ATLETA
Mala suerte, macho.
El mendigo se encoje de hombros.
MENDIGO
Que le vamos a hacer... Pues me tendré que follar a tu piba.
Solo el chico con cara de inocente ríe esta vez, los demás quedan un poco desconcertados. El desconcierto se vuelve terror cuando el vagabundo saca una navaja.
ATLETA
¡Hey, hey, tío, tranqui! ¿vale? estamos... estamos de buen rollo ¿vale?
MENDIGO
Que no pasa nada, que no pasa nada. Ven, niña.
El vagabundo agita la navaja con indiferencia cerca de la cara del chico atlético, está a punto de cortársela. Éste retrocede de un salto, tropieza. El vagabundo camina hacia las dos chicas, la guapa mira aterrorizada la navaja, al vagabundo, su respiración se acelera. El chico atlético está congelado, no sabe que hacer. Pero el vagabundo coge a la otra chica, más gordita y desarreglada.
MENDIGO
Venga, rubia.
La chica gordita empieza a chillar, su amiga guapa queda contrariada.
GORDITA
¡NO, NO! ¡AYUDADME, POR DIOS! ¡NO ME DEJEIS, NO ME DEJEIS!
Mira al chico inocentón con los ojos llenos de lágrimas, éste sigue sin reaccionar. El chico atlético es el único que hace algo.
ATLETA
Oye, tío, déjate de gilipolleces ¿vale? somos... somos cuatro, joder. Y dos tíos. O te piras o la vamos a tener ¿te enteras?
El mendigo le mira divertido, sigue su camino sin molestarse en responder. El chico atlético mira al inocentón, pero éste ni siquiera se ha levantado. El vagabundo tira de la chica en dirección a unos arbustos.
GORDITA
¡NO! ¡POR DIOS, POR DIOS, HACED ALGO, POR DIOS, NO ME DEJEIS, NO ME DEJEIS!
El atleta vuelve a gritarle:
ATLETA
Espera, mierda, espera... ¡ESPERA, COÑO!
El vagabundo le mira impaciente.
ATLETA
Oye... hmm, tío... ¿Eres... eres seropositivo?
Todos sus amigos están tan absortos en la situación que no entienden nada.
MENDIGO
¿Eh?
ATLETA
Q-que... que si tienes VIH, joder.
El vagabundo sonríe.
MENDIGO
¡Ah! Si, si, claro que tengo, tío. Tranqui.
El chico busca entre sus bolsillos, le tira un preservativo. El vagabundo lo mira extrañado.
ATLETA
Por favor, póntelo ¿Vale? Te lo suplico.
El vagabundo se encoge de hombros.
MENDIGO
Venga, Rubia, píllalo ¡Así vas calentando las rodillas! ¡Jaja!
Cuando ella se agacha a recogerlo el vagabundo se sitúa detrás y hace movimientos obscenos a espaldas de la chica, mira las caras de los chicos en busca de alguna risa cómplice. Todos permanecen serios, pero el chico afable termina cediendo y fuerza una sonrisa.
Los tres ven impotentes a su amiga llorando y pataleando hasta desaparecer tras la oscuridad y los arbustos. El chico atlético camina de un lado a otro.
ATLÉTICO
¡Mierda, mierda! ¡Qué hacemos, qué hacemos...! ¡Decid algo!
El inocentón se pone un cigarro en los labios y le ofrece otro al atlético.
ATLETA
¿Estás tonto? ¡A tu novia la están violando! ¡Qué mierda te pasa!
El chico se enciende su cigarro, va a guardar el otro en la mochila. El atlético le detiene.
ATLETA
Mierda, trae, trae...
Le quita el cigarro y se lo enciende. Se sienta junto a él.
ATLETA
El hijo de puta ese ahí, y nosotros nos fumamos un piti... Joder... ¡De puta madre! ¡Joder!
Da una calada a su cigarro, sigue nervioso.
ATLETA
No se oye una mierda... ¿es normal? Joder ¿Y si la ha matado?
La chica guapa le corta.
GUAPA
¡Cállate, ostia!
ATLETA
Yo voy a mirar.
GUAPA
¿Estás tonto? Lo vas a cabrear.
ATLETA
Es verdad, es verdad... joder...
Él queda pensativo. Señala a la chica.
ATLETA
Tienes que ir tú.
GUAPA
¡¿Perdona?!
ATLETA
Si voy yo pensará que intento jugársela. Contigo no se asustará.
GUAPA
Si, claro, tú le tienes tan acojonado...
El chico se levanta de un salto.
ATLETA
¡Mierda! ¡Ve de una puta vez y ya está! Me cago en... ¡la ostia!
La chica no se mueve, se queda refunfuñando, mirando con odio al chico atlético. Éste camina con pasos cortos, le consumen los nervios.
ATLETA
Mierda, por qué tarda tanto, mierda...
La chica guapa le espeta.
GUAPA
Si fueses tú ya estaríamos en el coche.
El chaval se le tira encima
ATLETA
¡¿Quieres cabrearme?! ¡¿Eh?! ¡¿Te parece un buen momento para tus putas mierdas?!
La chica aparta la mirada, asustada.
GUAPA
Que machito eres contra una chica...
El chico inocentón llama su atención mientras señala a los matojos.
INOCENTÓN
Eh, tíos. Eh, eh.
El vagabundo baja por la duna, los tres se levantan al verle.
ATLETA
¿Dónde coño está Sara?
MENDIGO
¿Hmm? Ahí arriba. Le tiemblan demasiado las piernas para bajar.
Le guiña un ojo.
ATLETA
¡Lárgate de una... puta vez, hijo de puta!
MENDIGO
Hey, hey, tranqui tíos. Haced el amor y no la guerra.
El mendigo suelta una carcajada, el atleta le enseña el dedo corazón.
MENDIGO
¡Eh, eh! esta zona es chunga ¿Qué esperabais? Podría haber sido peor y lo sabéis. Mira ¿y si acampo aquí con vosotros? ¿eh? sin rencores.
ATLETA
P-pe-pero... ¡Puto loco de mierda cabrón! ¡Que te pires de una puta vez! ¡Que te pires, ostia!
El vagabundo se encoje de hombros y levanta una mano con dos dedos mientras se aleja.
MENDIGO
Paz, hermanos ¡Jaja!
Se marcha. Los chicos cogen uno de los palos de la hoguera a modo de antorcha y corren a buscar a su amiga. La encuentran escondida, hecha un ovillo. Llorando. Ninguno se atreve a acercarse.
GORDITA
¿Po-podéis tirarme mi mochila, por favor? Llevo ropa limpia...
El chico con cara de inocente sale corriendo a buscarla. Ninguno sabe que decir. El inocentón da la mochila a la chica guapa, ella se la acerca a su amiga.
GORDITA
Hmm... Daos la vuelta, por favor.
Los chicos obedecen. El atleta está muy afectado, aprieta los puños y las lágrimas le recorren la cara.
GORDITA
¡¿Y mi tabaco?! Mierda... ¡¿DÓNDE, DÓNDE ESTÁ MI PUTO TABACO!? ¡ME QUEDABAN DOS PITIS, COÑO! ¡¿DÓNDE!? Dónde... dónde...
Los chicos cruzan una mirada, muertos de vergüenza. El inocentón está tan incómodo que necesita decir algo:
INOCENTÓN
El c-cabrón del vagabundo nos lo robó...
La chica vuelve a sollozar, a chillar. Ellos se giran, la guapa está tirando la ropa que llevaba la gordita tan lejos como puede. Ésta vuelve a llorar. Las lágrimas no paran de caerle por el rostro.
GORDITA
Me quiero ir con mi madre... Me quiero ir con mi madre...
El chico inocente se arrodilla junto a ella, intenta animarla.
INOCENTÓN
S-Sara, Sara, cariño. Solo es tabaco...
La chica guapa y el chico atlético no pueden creer lo que acaban de oír, la gordita tampoco. Le mira con ojos desorbitados. Estalla.
GORDITA
Vaya... ¡Vaya novio! ¡Vaya hombre! ¡Una mierda me habría defendido mejor! ¡Dónde están tus cojones, maricón! ¡Ni siquiera has levantado el puto culo del suelo! ¡Puto inútil de mierda!
La chica guapa la abraza, ella se aferra a su amiga con fuerza. El chico inocentón agacha la cabeza. Su amigo sigue llorando.
ATLETA
Es culpa mía, lo siento, es culpa mía... tendría q haberle echado huevos, solo era un yonki... ¡ostia!
La chica guapa es la más serena.
GUAPA
Sara, mi niña, sé que esto es una mierda, pero hay que llamar la policía...
GORDITA
Ni de coña, vamos, eso ni de coña, ni de coña...
GUAPA
O hacer... alguna foto ¿sabes? de marcas, heridas... Vamos a joder a ese cabrón ¿vale? Vamos a joderle la puta vida.
GORDITA
No, no, no... no hay ninguna marca. El subnormal ni se empalmó. No me hizo nada, no pasó nada.
Sus amigos quedan petrificados, en shock.
GUAPA
¿Qué?
El chico inocente enrojece de furia.
INOCENTÓN
¡¿Tanto lloriqueo de mierda por nada?!
GORDITA
¡¿Por nada?! ¡Por nada dice el hijo de puta! ¿Y-y el susto? ¿y... y...?
INOCENTÓN
¡El susto nos lo hemos llevado todos! ¡Así que corta el rollo y menos lloros!
La chica gordita intenta pegarle, pero el atleta se interpone entre ellos.
ATLETA
¡Eh, eh! ¡Ya! ¡Se acabó! ¡A la mierda! ¿vale? ¡A la mierda! Nos vamos, y a casa, y... y ya está ¿vale? A tomar por culo con todo. A tomar por culo.
Los demás no saben como reaccionar.
GUAPA
¿Y-y ya está? ¿Dejamos que se pire y ya está?
El atleta se encoge de hombros, tiene los ojos húmedos.
ATLETA
¿Y qué coño hago? Dime... ¿Qué coño hago? Porque no tengo ni puta idea... ¿Qué... qué coño puedo hacer?
Los chicos vuelven a su campamento, en silencio. Apagan el fuego y meten la comida sobrante en la nevera portátil.





FIN

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